Panorama Fronterizo

El arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi, es una figura destacada del ala progresista de la Iglesia y se ha destacado por su capacidad de diálogo y su cercanía con las causas sociales.

 

El próximo 7 de mayo comenzará el cónclave en el Vaticano para elegir al nuevo líder espiritual de los 1.400 millones de católicos en el mundo, tras el fallecimiento del papa Francisco. En ese escenario, Zuppi aparece como una figura influyente que combina experiencia pastoral, capacidad diplomática y una trayectoria alineada con las prioridades de Francisco.

 

¿Por qué su nombre suena como posible sucesor?

Zuppi es conocido por su trabajo en mediaciones de paz y por su estilo pastoral empático, especialmente con comunidades tradicionalmente excluidas.

 

Nacido en Roma en 1955, el cardenal ha dedicado su vida a acompañar a comunidades marginadas, primero como joven voluntario de la Comunidad de Sant’Egidio —una organización católica con fuerte enfoque social y ecuménico— y luego como sacerdote y obispo, según su biografía oficial en la Santa Sede. Esa conexión con los más vulnerables no ha sido solo simbólica: durante décadas ha trabajado con niños de barrios populares, ancianos sin redes de apoyo, migrantes, presos, personas en situación de calle y enfermos terminales.