Unos cuatreros cranearon un golpe de la gran siete. El objetivo era robar unos 300 animales vacunos de una estancia de San Pedro del Ycuamandyyú. Todo iba viento en popa y el golpe iba a ser perfecto de no ser por un pequeño y gran detalle:el camión que debía trasladar a los animales ¡jamás apareció! Finalemente, la banda de abigeos rajaron con dos teléfonos celulares, una escopeta calibre 28, y de yapa un equipo de karaoke para apagar la pena con cánticos jahe’o al no concretar el ñemonda.
Según el informe policial, los malevos se encargaron de reducir al capataz de la estancia y a toda su familia. Upéi, los se encargaron de preparar a varias cabezas de ganado para sustraerlas de la propiedad. En total eran 300 animales vacunos los que pretendían robar estos delincuentes, aunque eso no fue posible debido a que el camión que iba a encargarse del traslado nunca llegó al sitio, lo cual obligó a que finalmente se retiren del lugar sin ningún animal.
Tras lo ocurrido, se dio aviso a la Policía Nacional y una comitiva de agentes fue hasta la estancia, topándose con la sorpresa de que la familia del capataz había sido encerrada en una habitación. Avei, hallaron al capataz con una herida de bala en el muslo, según informa el medio Concepción al Día.