Panorama Fronterizo

Pensó que era una muñeca de trapo que tenía agujas. Otro comerciante encontró en su chacra arena de cementerio.

Tras la denuncia de Elizabeth Báez, quien acusó a su vecina de hacerle payé para que su negocio no prospere, Aylen A. contó su experiencia y relató que estuvo al borde de la muerte por agarrar un “muñequito” que tenía agujas.

Según escribió debajo de la publicación de EXTRA, ella era una niña cuando encontró en el patio de la casa de su abuela un muñeco de trapo con agujas, cintas rojas y negras, además de 2 velas y una bolsita de arena de cementerio.

En su inocencia, alzó pensando que era una muñeca. “Feliz agarré, apreté por mi pecho sin saber qué era, le mostré a mi abuela y asustada me dijo que tire eso, me acuerdo perfectamente de eso y pasó algo de no creer. Esa misma tarde yo me enfermé muy mal, hasta casi perdí la vida. Me llevaban por todos lados y nadie sabía de mi enfermedad”, contó.

Hasta que, una tía que vivía lejos fue avisada de la situación, llegó junto a ella y directamente la llevó hasta un médico. “Según ella era profesional este médico quien me rezó, me puso no sé qué y seguía rezando por mí, hasta que iba mejorando. El payé existe, se los digo por experiencia y fue ocasionado por unos vecinos malvados”, dijo.

Su mamá murió

Jeni L. también se animó a contar que su mamá fue víctima de este tipo de brujerías.

Según relató, su hermana había encontrado una bolsita que tenía arena, aparentemente de cementerio, y estaba envuelta con una cinta roja, sobre el techo del local de su madre.

“A mi mamá le iba muy bien en su negocio, ganaba mucho, compraba para su auto entre otras cosas, pero luego ella murió de un derrame, ocasionado por la vecina malvada, en la víspera de Año Nuevo. A veces no queremos creer, pero sucede”, manifestó.

El pái Wilson Rechmann refirió que la tierra de cementerio tiene varias finalidades, incluso se usa para que la persona en cuestión pierda la vida, se enferme gravemente o para fundir los negocios.

El pasado jueves, en Capiibary, San Pedro, don Alejandro Lezcano (50), encontró un payé en su propiedad. Había un paquete de vela negra, una jarra nuevita, una botellita de alcohol rectificado y una bolsa con arena de cementerio.

“Yo sé quién fue y sé que es por envidia que hace esto, pero yo no creo en esto, de igual manera me dijeron para hacer una oración para que el mal deseo regrese con la persona que hizo”, dijo el señor, que tiene comercio y venta de ganado.

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