Panorama Fronterizo

El subjefe del Departamento de Crimen Organizado de la Policía Nacional dijo que se lleva a cabo desde Paraguay un monitoreo de la información surgida en Brasil de un aparente conflicto interno entre líderes del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC) que, según creen analistas brasileños, podría resultar en violencia en las calles y cárceles. El PCC tiene importante presencia en prisiones locales.

En comunicación con ABC Cardinal este martes, el comisario Pedro Lesme, subjefe del Departamento de Crimen Organizado de la Policía Nacional, comentó que las autoridades paraguayas monitorean información proveniente de Brasil que señala la posibilidad de una fractura dentro del liderazgo del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC), con base en Sao Paulo pero con fuerte presencia en Paraguay.

Las autoridades brasileñas han observado indicios de un cisma en la cúpula de liderazgo del PCC, llamada “Sintonía Final” por sus miembros, tres de los cuales pidieron la exclusión del “máximo líder” del grupo, Marcos Willians Herbas, alias “Marcola”, a quien acusan de haber causado que el “número dos” del grupo, Roberto Soriano –alias “Tiriça”- haya recibido una condena de 31 años de prisión.

Otros dos miembros de la “Sintonía Final” -Ariel Pacheco da Andrade, alias “Vida Loka”, y Wandersol Nilton de Paula Lima, alias “Andinho”- habrían tomado partido con Soriano y amenazado de muerte a “Marcola”.

Algunos analistas creen que estos tres líderes se separaron del PCC original y formaron una nueva organización que denominan “Primer Comando Puro” y se habrían acercado al otro principal grupo criminal de Brasil, el Comando Vermelho de Río de Janeiro, y “Marcola” habría ordenado su ejecución por “alta traición”.

Analistas temen la posibilidad de que el aparente conflicto en la cúpula de liderazgo pueda derivar en violencia entre miembros de las distintas facciones del PCC en las calles y particularmente dentro de las prisiones de Brasil.

Posibles consecuencias en Paraguay

Una escalada de violencia como esa podría tener repercusión directa en Paraguay, donde el PCC tiene una notable presencia en el sistema penitenciario, con alrededor de 800 personas señaladas como miembros en las distintas cárceles del país.

Al respecto, el comisario Lesme dijo que, si bien se puede afirmar con confianza que esas 800 personas tienen vínculos con el PCC, es más difícil determinar los vínculos de personas en libertad.

“Esta organización tiene un sistema de ingreso, como un ritual de iniciación, no tenemos registro de que estas personas que aparentemente son o no (aliadas del PCC) hayan tenido este bautismo”, explicó.

Agregó que el PCC tiene “varios niveles” para sus aliados, que “pueden ser compañeros leales o simplemente tener un contrato de comercio con el grupo” que no les impide hacer negocios con otras organizaciones criminales.

“A veces tenemos contacto (con sospechosos) y se presume que son de la organización, pero no tenemos un historial que pueda darnos la realidad”, agregó.

Enfatizó, sin embargo, que las autoridades paraguayas se mantendrán atentas a lo que reporten sus pares de Brasil sobre el supuesto conflicto interno del PCC.

ABC

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