Donald Trump prometió el año pasado que terminaría la guerra de Ucrania en «24 horas».
La semana pasada dijo que no se resolvería hasta que él y el presidente ruso, Vladimir Putin, pudieran «reunirse» y resolverlo en persona.
El lunes, la cosa cambió de nuevo.
Después de una llamada telefónica de dos horas con Putin, Trump dijo que las condiciones de un acuerdo de paz solo podrían negociarse entre Rusia y Ucrania, y quizás con la ayuda del papa León XIV.
Aun así, el presidente estadounidense no ha perdido su optimismo ante la perspectiva de paz, y publicó en las redes sociales que los combatientes «comenzarían inmediatamente» las negociaciones para un alto el fuego y el fin de la guerra.