Llegó al Hospital hace 15 días, tras un accidente de tránsito. Ningún familiar se hizo cargo. Obtuvo el alta médica, pero como no tenía a donde ir, se quedó en el lugar hasta que falleció de un paro.
Una mujer de 72 años encontró la muerte en una silla, dentro del Hospital Regional de Ciudad del Este, el pasado 6 de agosto.
La abuela fue identificada como Constancia Oviedo Figueredo, quien el pasado 23 de julio ingresó al servicio de urgencia, tras un accidente de tránsito. La misma fue auxiliada por bomberos voluntarios.
Según los datos, la mujer vivía en situación de calle y en todo este tiempo permaneció sola en el hospital. Solo se presentó un familiar luego de que su imagen se viralizó a través de las redes sociales, confirmando su fallecimiento la noche del pasado 6 de agosto.
“Acaba de fallecer la abuelita en la misma silla en la que estaba desde ayer, criminales son sus familiares que la han abandonado y más criminal el Ministerio de Salud Paraguay que la dejó morir en una silla. Nadie merece expirar en estas condiciones. Se entiende que no haya mediación etc. etc. pero eso no es justificable”, dijo el concejal departamental Aldo Barrios a través de sus redes sociales.
Por su parte, el Dr. Federico Schrodel, director del centro médico, reconoció que efectivamente falleció en una silla, pero aclaró que la misma ya fue dada de alta, sin embargo, decidió quedarse dentro del hospital por no tener donde ir.
“Ella ingresó al servicio y fue sometida a una tomografía, donde se observó una hemorragia leve, ella permaneció internada. Fue una paciente con enfermedad de base, de difícil manejo porque por momentos presentaba agresividad y se retiraba la vía”, dijo el profesional.
Explicó que estuvo internada 15 días y al séptimo día fue dada de alta por el servicio de neurocirugía. “Se intentó comunicación telefónica con los familiares gracias a la Policía Nacional que obtuvo todos los datos. Llamamos a un familiar cercano, pero no nos dio ninguna respuesta y al segundo intento ya nos bloqueó”, indicó.
Comentó que intentaron ubicarla en un hogar de ancianos de la zona, pero no tuvieron una respuesta favorable. “Ella era una paciente en enfermedad de base, padecía de alcoholismo, su trauma craneoencefálico estaba resuelto. Ese lunes que pasó se le vuelve a tomar todos sus estudios laboratoriales, donde se constata una injuria renal”, dijo el doctor.
“Si, ella estuvo en silla, porque era el lugar donde ella estaba más tranquila, la colocamos allí, porque no tenía ninguna persona que la cuidara, entonces el personal de blanco, tenía que bañarla, conseguirle su ropa, su alimento, pero lastimosamente falleció de un paro”, agregó.
Consiguieron la donación de un cajón con una funeraria local y a través de un amparo judicial lograron conseguir un lugar donde enterrarla. “En ese momento apareció su hijo que nos comentó la situación difícil que llevaba con la mama, por la condición que ella presentaba (alcohólica)”, manifestó.
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