Los ataques con drones ucranianos contra infraestructuras energéticas en las zonas de Jersón y Zaporiyia, ocupadas por Rusia, ocurridos este lunes por la noche, han dejado a unas 700.000 personas sin electricidad, según funcionarios respaldados por Moscú en ambas regiones.
Evgeniy Balitsky, gobernador ruso de la Zaporiyia ocupada, declaró que el apagón ha afectado a 457 pueblos y aldeas, con una población de 600.000 personas.