Una vez más de otras tantas, la esquina de Mcal. López y Yegros, pleno centro de ciudad, se ha convertido en un “vertedero clandestino” ubicado en la entrada misma a la ciudad desde el Brasil sobre la calle Yegros.
Dicho “vertedero”, clandestino, por cierto, se encuentra en la vereda de un terreno baldío donde antes se encontraba una antigua casa de madera, ya demolida, en la que funcionaba un conocido comercio dedicado a la venta de todo tipo de herramientas de labranza y utensilios para cocina entre otros enceres para el hogar.
El lugar, propiedad de un ciudadano oriental, cubierto de césped que sin dudas oculta todo tipo de insectos y alimañas, es utilizado por algunos comercios aledaños para depositar allí bolsas con desechos, que al no ser recolectadas de inmediato, terminan siendo presa de canes callejeros y recicladores que se encargan de destruirlas y esparcir su contenido, dejando el lugar más deplorable aún.
Si bien es cierto que esta práctica no es correcta aplicarla en cualquier punto de la ciudad, a no ser el vertedero municipal, esta esquina en particular es una suerte de “puerta de entrada” a la ciudad, y como tal, la desagradable imagen que proyecta al visitante, es la de una ciudad sumergida en la dejadez y el abandono.
A todo esto se le suman también los comerciantes chinos que no respetan o sencillamente no practicas las normas e salubridad e higiene, ya que inundan las calles y veredas frente a sus negocios con desechos de todo tipo, colaborando más aún con el aspecto inmundo que proyecta la ciudad.
Es lamentable observar cómo una de las principales esquinas céntricas de la ciudad se ha transformado en un basurero a cielo abierto. La falta de conciencia ciudadana y la inacción de las autoridades han convertido esta esquina en un reflejo de la decadencia urbana. Es necesario implementar medidas drásticas, como la instalación de cámaras de seguridad, la colocación de contenedores adecuados y el aumento de las multas para quienes sean sorprendidos arrojando basura.
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