En nuestro país, esto de las “granjas” de criptomonedas se volvió una constante, ya no de modo tan silencioso, atendiendo a que en los últimos meses son varios los establecimientos donde las autoridades metieron manos para dar con los responsables. El hecho punible que se castiga es siempre el mismo, en este caso, desfalcos tremendamente millonarios a la Ande, empresa más perjudicada.
El modus operandi siempre es el mismo: Inversiones multimillonarias para poner a trabajar una serie de computadoras poderosas que demandan grandes cantidades de consumo eléctrico, por lo que se necesitan caudales enormes que, obviamente, no quieren pagar.
Ejemplo de esto es lo que se dio en Emboscada, donde encontraron una de estas “granjas” que demandó a la Ande una gigantesca pérdida de más de 4.300 millones de guaraníes, unos 650 mil dólares, producto de un consumo de energía descomunal a partir de un suministro de unos 3.100 kW logrados con una conexión irregular, por lo que no pagaban electricidad.
Estos lugares usan computadoras muy poderosas y equipamientos para sus enfriamientos, lo que consume mucha electricidad. Las máquinas se dedican a analizar miles millones de códigos en busca de aquellos que les permitan lograr las llamadas criptomonedas, que dependiendo de su procedencia, tienen un determinado valor.