Fue durante su visita a Bonito, Brasil, donde impresionó a las chicas y su esposa se puso celosa ra’e.
Así como su apellido lo define, don Pedro Valiente mostró sus destrezas acuáticas en las cristalinas aguas de Bonito, Brasil, donde se robó montón de miradas y ligó hasta piropos.
A pesar de sus 82 años, el abuelo tiene un estado físico envidiable y en los balnearios hace clavados que muchos jóvenes no pueden hacer.
“Uno de mis 10 hijos me llevó con su familia el fin de semana pasado para distraerme un poco y como vi que era muy linda el agua me animé a hacer otra vez mis saltos, que cuando era más joven hacía”, dijo el don, que vive en el barrio San Blas de Concepción.
Con respecto a su físico, indicó que hasta los 65 años jugó al fútbol y también jugaba a las carreras a pie, por lo que siempre tuvo buen estado físico, sin mencionar los trabajos propios del campo. “Ahora solo caminatas nomás ya hago, porque me había enfermado”, comentó.
Gustavo Valiente, hijo del don, contó que siempre va con su familia a Brasil, pero este año decidieron invitarlo a él para que los acompañe. “Legalmente, las yiyis le echaron ojo a mi papá, que feliz hacía sus volteretas para caerse al agua y nosotros le grabamos”, manifestó.
Esposa celosa
A la que no le gustó tanto fue a su esposa, quien luego de ver el video de su ména acaparando miradas lejos de ella, no le recibió muy bien y casi, casi durmió afuera, con sus animales, pues la doña se puso celosa.
“A mi mamá no le gusta que mi papá haga estas cosas, porque es celosa y mis primos le dijeron a propósito luego que ‘levantó’ varias mujeres y eso no le gustó”, contó entre risas el hijo, quien aclaró que por más que le miraban a su padre, el señor se portó bien, respetando a su patrona, que no quiso ir con ellos, ya que por su edad tiene ya algunas enfermedades que prefirió quedarse en la casa.
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